El aterrizaje de Turquía en Islandia ha supuesto un auténtico calvario para el combinado otomano, que ha sufrido de lo lindo en el aeropuerto de Reikiavik.
Y es que tras seis horas de vuelo, la plantilla turca fue objeto de numerosos y extensos registros por parte de las fuerzas de seguridad que se prolongaron durante más de tres horas.
"Fue grosero e irrespetuoso. Después de un vuelo de seis horas y media nos retuvieron tres horas más registrando hasta los neceseres", comentó el delantero Burak Yilmaz.
De hecho, el Ministerio de Exteriores de Turquía ha mostrado públicamente su enfado por el trato recibido por el combinado. "La falta de respeto hacia nuestro equipo nacional en Islandia es inaceptable", escribió , Ibrahim Kalin, portavoz presidencial de turco, en su cuenta Twitter.
Además, la gota que colmó el vaso para la paciencia de los jugadores del equipo fue la irrupción de un aficionado islandés mientras Emre Belözoglu, el capitán, concedía una entrevista a medios otomanos.
El hincha se coló entre los micrófonos y, a modo de pregunta, utilizó una escobilla de váter como micrófono. Una acción que desató toda una 'guerra' en Twitter entre seguidores de ambos equipos.
9 de junio de 2019