El aficionado, identificado como Bruno Pereira da Silva, murió cuando intentaba atravesar una división de los graderíos para acceder a uno de los balcones preferenciales del estadio y pese a las peticiones de las personas que lo acompañaban para que desistiera de la maniobra peligrosa.
La víctima, hincha del Sao Paulo, sufrió una herida en la cabeza y fracturas abiertas en las piernas al caer desde el tercer piso y alcanzó a ser conducido con vida a un hospital, pero no resistió a las graves lesiones y murió.
Pereira da Silva, residente en Pindamonhangaba, una ciudad en el interior del estado de Sao Paulo, había viajado a la capital regional con un grupo de amigos para asistir al histórico clásico entre dos de los clubs más populares de Brasil.
Tanto el Sao Paulo como el Corinthians divulgaron mensajes de pesar en sus páginas en internet después del empate por el campeonato del estado de Sao Paulo, el torneo regional más importante de Brasil.