"Me han llamado tonto y gilipollas tres veces", dijo el colegiado como motivo de la suspensión.
Otro incidente más en el fútbol balear que debería hacer replantear muchas cosas tanto a aficionados, como a jugadores, colectivo arbitral y federación.
Lara Ortega decidió mandar a los jugadores al vestuario tras el enésimo insulto desde la banda. La suspensión tuvo lugar en el minuto 35 de la primera mitad.
Partido suspendido en la @3DivisionBalear por insultos al arbitro. En el Campos - Playas de Calviá. https://t.co/2u1YF1Elo2
— FutbolMallorca (@FutbolMallorca) 1 de abril de 2017