El Cádiz fue superior en una primera mitad en la que le faltó ese último pase que genera una acción clara de gol. Un testarazo de Cala tras un córner fue la mejor ocasión de los amarillos. Dani Giménez llevó a cabo un auténtico paradón para evitar la diana del defensa central.
Los gallegos se centraron en defender, pero también generaron peligro en cuanto tuvieron oportunidad. Prueba de ello son los disparos de Galán, de cabeza y con los pies, y de Gaku. La intentona del japonés se fue demasiado arriba y el madrileño se encontró con Cifuentes dos veces.
Los centros laterales fueron el mayor recurso de los amarillos, que no encontraron otra forma de depurar sus largas posesiones. Estas comenzaban en el área para ir avanzando enteros poco a poco. Las bandas tenían protagonismo gracias a uno muy activos Perea y Salvi.
Si la primera mitad fue de los andaluces, la segunda se erigió en un monólogo. Las pocas posesiones de las que gozaban los de La Coruña no servían para crear oportunidades y Álex y Nano estaban causando estragos en la defensa contraria gracias a la libertad de movimientos que les dio su entrenador.
Un Deportivo que no generó prácticamente ninguna ocasión en la segunda mitad la tuvo con una falta muy pegada al área que el VAR revisó por posible penalti. Aketxe no pudo marcar y Anquela le dio entrada a Jovanovic, que tuvo una clara solo ante Cifuentes nada más ingresar.
Fueron las únicas acciones que rompieron con la tónica de dominio de los gaditanos, que merecieron llevarse los tres puntos ante su afición. Perea y Mauro protagonizaron los últimos intentos de marcar de cabeza y estuvieron muy cerca, pero no lo lograron y hubo tablas finalmente.