La UC lidera con mano de hierro el torneo, tiene diez puntos de ventaja sobre su perseguidor más cercano y cabalga hacia su segundo título consecutivo.
El técnico argentino Gustavo Quintero tiene en mente incluir de nuevo en el equipo titular al volante Francisco Silva y al defensa Alfonso Parot, las dos últimas incorporaciones del club, y aguarda con interés la recuperación de Edson Puch, que se ha perdido los últimos partidos por lesión.
La tranquilidad que se respira en la Católica contrasta con el ambiente convulso que hay en la U de Chile, agitada por problemas dentro y fuera de la cancha.
Los azules ocupan el decimotercer puesto de la tabla, solo un punto por encima de las posiciones de descenso a Segunda División, y la semana pasada lograron un sufrido empate sin goles ante Unión La Calera.
Los dirigentes del club ratificaron esta semana al entrenador argentino Hernán Caputto hasta final de temporada, una decisión de última hora para tratar de dar estabilidad al equipo y tratar de salvar el año.
Fuera del campo las cosas no pintan mejor para Universidad de Chile, que el martes pasado vio como el gerente general del club, Felipe de Pablo, era intimidado por un grupo de desconocidos, al parecer miembros de Los de Abajo, la hinchada radical de la U.
El directivo estaba visitando a sus padres en el barrio santiaguino de Puente Alto cuando la vivienda en la que se encontraban fue atacada con piedras que rompieron los cristales de las ventanas.
También destrozaron su vehículo y dejaron una corona de flores fúnebre y una nota firmada por la barra.
Colo Colo, segundo clasificado, visitará a Palestino con la intención de ganar y comenzar a ejercer presión si el líder deja escapar algún punto.
Y Unión La Calera estará atento a si Colo Colo es quien tropieza, pues podría alcanzar el segundo lugar si vence el sábado a Cobresal.