Si perder ante el City de Guardiola en una final fue realmente doloroso para el cuadro 'blue', se puede 'olvidar' solo unos días después ganando ante uno de tus máximos competidores en la lucha por los puestos de Champions League. Sarri y los suyos dejaron al Tottenham a seis -con un partido menos- y al Arsenal a solo tres. De la misma forma que se puede olvidar todo lo sucedido con Kepa si el alinear a Caballero pasa casi inadvertido durante el encuentro.
Una noche mágica en Stamford Bridge, una de esas que echaban realmente de menos los seguidores de un Chelsea que se había desinflado durante las últimas semanas. Pero Pedro se encargó de reflotarlo.
Un partido de alta tensión en el que el equipo de Sarri no pudo estrenarse hasta la segunda mitad. Y no fue por falta de intentos. Gonzalo Higuaín estrelló su disparo a la madera en el minuto 6, el mismo resultado que tuvo Winks justo antes de llegar al descanso, en el 44'.
Tras el paso por los vestuarios, el Chelsea buscó el gol con insistencia hasta que llegó en los pies de Pedro. Un buen pase medido de Azpilicueta a la espalda del defensor que marcaba al delantero canario fue suficiente para dejarle como a él le gusta: con espacio para correr.
El ex del Barça dejó atrás a dos adversarios y sorprendió a Hugo Lloris con un golpeo al primer palo, 1-0. Tampoco estuvo afortunado el francés en su intervención. Pero la mala noche del portero se prolongaría durante la segunda parte.
Una cesión con cierto riesgo de Trippier y la lenta reacción del guardameta galo acabó en el definitivo 2-0 para un Chelsea que reflota el sentimiento de ilusión entre sus aficionados. Los de Sarri vuelven a oler los puestos Champions, mientras que el Tottenham de Pochettino, que suma dos derrotas de forma consecutiva, ve cómo se complican sus opciones de luchar por el título.