Empezó fuerte el Arsenal, pero ese ímpetu se diluyó con el paso de los minutos. Y el Dinamo de Zagreb era consciente de ello. Comenzaron a inquietar la portería de Ospina hasta que en una de esas ocasiones tontas entró el balón.
Pivaric se plantó ante el portero colombiano del Arsenal, pero su tiro lo repelió el arquero, con tan mala fortuna que rebotó de nuevo en el jugador, que esta vez sí, no perdonó. Y el estadio estalló de alegría al verse por delante de un equipo técnicamente superior.
Las cosas para los 'gunners' fueron a peor cuando al filo del descanso Olivier Giroud vio su segunda amarilla de la noche y dejaba a su equipo con diez efectivos sobre el terreno de juego.
La segunda parte no empezó mejor, pues los locales pusieron tierra de por medio gracias al gol de Júnior Fernándes, a la salida de un córner. Previamente avisó el conjunto croata, advertencia que contestó de igual manera Özil para los visitantes.
Por orgullo, el Arsenal trató de arreglar el jardín en el que se había metido. Un triple clambio orquestado por Wenger (Walcott, Coquelin y Campbell entraron por Arteta, Gibbs y Chamberlain) le cambió la cara al conjunto londinense.
Y dio resultado, a medias. Theo Walcott recortó distancias en el minuto 79, pero no fueron capaces de culminar la remontada.
De hecho, fue Ospina quien salvó a su equipo de una derrota aún más dolorosa, al salvar una ocasión clarísima de gol en el descuento.