La época más brillante del fútbol islandés vivió un frenazo en seco este lunes, día en el que el conjunto vikingo perdió su puesto en la primera categoría de la Liga de Naciones, después de caer en casa en un mal partido frente a Suiza.
Una derrota y un descenso que hace ver el cambio que está experimentando el combinado islandés, que tras el Mundial se quedó sin el seleccionador que le llevó a tocar el cielo en los últimos grandes torneos internacionales.
En la Eurocopa, hace apenas dos años, Islandia alcanzó los cuartos de final contra todo pronóstico. Fue la primera gran cita de su vida deportiva y la pasó con sobresaliente. Solo Francia, finalista a la postre, fue capaz de echar por tierra los sueños vikingos tras un partido que tuvo de todo.
No quedó ahí la cosa, ya que Islandia consiguió sacar billete de forma solvente para el Mundial de Rusia. Allí logró empatar con Argentina y llegó con opciones de clasificación hasta la última jornada, en la que terminó hincando rodilla ante Croacia.
Antes de descender en la Liga de Naciones, Islandia sacó los colores a Francia, que llegó a ir perdiendo por 0-2. Salió Mbappé y salvó los muebles, horas antes de que el orgulloso conjunto islandés viviera una decepción poco conocida en los últimos tiempos.