No fue un partido bonito, pero al Bayer no le importó. Se volvió a Leverkusen con tres puntos que le colocan, al menos de forma provisional, en tercera posición. El Freiburg se quedó con las ganas de acercarse a Europa, y sigue sin ganar desde la reanudación.
Como hemos dicho, no será un partido que se recuerde por su fútbol. El primer tiempo fue prescindible, y eso siendo generoso con los calificativos. El Bayer tocaba, el Freiburg trataba de salir a la contra, y apenas hubo peligro.
La ocasión más clara se dio casi al final del primer tiempo, y corrió por cuenta del Freiburg, pero el disparo de Höler se marchó desviado lo justo gracias a una providencial intervención de Hradecky.
El segundo tiempo comenzó siendo más de lo mismo, con el Bayer buscando un hueco que acabó apareciendo en el minuto 54. Fue entonces cuando Bailey, quien no tuvo su día más brillante, acertó con un pase entre líneas para la internada en el área de Havertz.
Y ahí el hombre de moda de la Bundesliga no falló. Aguantó la embestida de sus rivales y metió la puntera lo justo para batir a Schwolow por debajo de las piernas, pero el gol le costó caro.
Empujado por detrás por Sallai, y trabado por delante por Höfler, Havertz se fue al suelo, haciéndose daño en la pierna. Intentó seguir, pero no pudo, y menos de diez minutos más tarde tuvo que pedir el cambio.
No hubo mucho más. Sí, el Bayer podría haber sentenciado mientras Havertz se dolía en la banda, pero el testarazo de Baumgartlinger fue anulado por el colegiado. Cometió falta al saltar a rematar el balón.
El Bayer siguió manteniendo la posesión del balón, tratando de evitar que el Freiburg le diera un disgusto, y los minutos fueron pasando poco a poco hasta que en el cuarto del alargue, mientras los de la farmacéutica contemporizaban en el centro del campo ante la impotencia de su rival, el colegiado señaló el final.