El Athletic ganó al Sassuolo de una forma un tanto burocrática. Un triunfo que fue casi como un martes cualquiera en la oficina. Que dos de sus goles llegaran de cabeza y el tercero tras un balón peinado va en el ADN rojiblanco.
Con lo que no contaba Valverde es que un equipo bien compacto como el suyo se deshilachara al primer ataque italiano. Laporte se hizo un nudo en los pies, Herrerín no despejó y Balenziaga remató a la portería equivocada. Un gol cómico.
El Athletic no dejó espacio a la duda. Córner y gol. Lanzó Beñat y Raúl García se alzó sobre los cielos de Bilbao. El conjunto vizcaíno tiró un total de 16 saques de esquina. Este dato habla de su superioridad sobre el Sassuolo.
Los de Eusebio Di Francesco no paraban de achicar agua, pero los cañones rojiblancos hicieron agujeros demasiado severos en la cubierta. El 2-1 cayó como fruta madura. Aduriz restableció el orden.
Un Aduriz que prolongó en el 79 para que Lekue viniera como un 'correcaminos' y batiera por bajo a Consigli. No le echó el cerrojo al partido y Ragusa puso algo de intriga. El Athletic ya está en la siguiente fase. Le falta saber si lo hará como primero de grupo.