El ascenso no da tregua. Ante la victoria del Albacete y del Dépor, el conjunto blanquiazul se veía en la obligación de vencer, y La Rosaleda fue un claro ejemplo de ello.
Casi 16.000 personas acudieron a la llamada de Muñiz en rueda de prensa. Un apoyo para una batalla que se prometía dura y desquiciante frente a un equipo con una dinámica positiva.
Y es que el objetivo de Las Palmas no es otro que el ascenso, pero, por un motivo u otro y tras la marcha de Manolo Jiménez, el cuadro canario no termina de encadenar tan buenos resultados como sensaciones está dejando.
A los cuatro primeros minutos de juego, la polémica arbitral levantó la mano en una jugada muy justa. El colegiado señaló fuera de juego de un debutante Alejo antes de que este asistiera en el punto de penalti a Keidi Bare.
Las Palmas aguantaba el tipo con solidez y firmeza en su campo, así como manteniendo la posesión para desconectar al rival blanquiazul. En el 40', otra jugada controvertida: Adrián remató un saque de esquina botado por Bare que, supuestamente, salió debido al efecto por línea de fondo. El VAR debe llegar ya a la categoría de plata.
Tras el paso por vestuarios, el toma y daca en La Rosaleda era constante. Rafa Mir golpeaba en un área y Adrián respondía en la contraria. Mientras tanto, Timor se marchaba lesionado y daba entrada a un Deivid desafortunado por lo que vendría después.
Cumplida la hora de juego, Keidi Bare veía la segunda tarjeta en un salto con Cala y dejaba con uno menos al Málaga. No sufrió, sin embargo, el equipo de Muñiz, acostumbrado a conceder el dominio de los partidos.
Pero el conjunto blanquiazul no se echaba atrás del todo y se asomaba sobre la portería de Raúl Fernández. En una poderosa contra de un incombustible Alejo, Deivid entró con demasiada fuerza y era expulsado con roja directa. Se igualaban las fuerzas.
Último cuarto de hora con dominio malaguista, pero con poca verticalidad en zona de tres cuartos de campo mientras el desgaste hacía mella. Finalmente, reparto de puntos para Málaga y Las Palmas, que parecen abonados a las tablas.