No hay quien pueda con el Manchester City. Guardiola no conoce la derrota en 22 jornadas que se llevan disputadas en la Premier League y, en la cita de este martes, el equipo inglés volvió a enamorar con más de un 70 por ciento de posesión sobre su rival. Una infinita calidad sobre la hierba.
Porque Pep Guardiola salió con todo en la vuelta de David Silva. Los "problemas personales" que dejaron al centrocampista fuera de varios partidos no le han afectado en absoluto y regresó para dar otra clase magistral. Cada pase era más complicado que el anterior, pero Silva lo hizo todo demasiado fácil. Sobre todo si tiene la ayuda de Sané, De Bruyne,Sterling y compañía.
No había tocado el balón el Watford cuando ya recibió la primera estocada. El City hizo un rondo en la primera jugada hasta que el balón le llegó a Sané, que la puso al segundo palo y Sterling, en boca de gol, hizo el primero cuando habían pasado 38 segundos. Así se las gasta el City de Guardiola. Un mecanismo que ya está más que engrasado.
El City salió a divertirse y tres minutos más tarde se cantó un segundo tanto que se esfumó en un clamoroso error de De Bruyne. El belga mandó el cuero a las nubes cuando estaba completamente solo, aunque no había que lamentarse. Fue un juego para los 'citizens'.
Gray tuvo el empate en sus botas, pero Ederson salió a tapar y dejó sin espacio al delantero del Watford. Un intento de vaselina que se quedó en eso. Si el partido estaba cuesta arriba, Kabasele hizo el camino más empinado a los 13 minutos con un gol en propia puerta cuando intentó evitar el segundo.
El City era una apisonadora y De Bruyne estuvo a punto de hacer el tanto de la noche con un potente disparo de falta directa que acabó estrellándose en la madera. Capoue y Gray volvieron a tener opciones de acercar al Watford al marcador antes de que acabara la primera parte.
Todo siguió igual en los segundos cuarenta y cinco minutos. El City bailaba sobre la lluvia con notable alegría, al mismo tiempo que el 'Kun' comenzaba a desquiciarse. Varias ocasiones tuvo que fallar hasta encontrar la recompensa tras una asistencia de De Bruyne. Gomes la dejó muerta en el área y el argentino la empujo con mimo.
Guardiola dejó claro que el partido estaba sentenciado cambiando a Stones, Fernandinho y De Bruyne, mientras que el Watford agotaba sus opciones con la entrada de Pereyra, Cleverley y Sinclair. Y encontró recompensa a falta de nueve minutos para la conclusión. El pase de Carrillo esquivó a Ederson y Gray remató con placer, rescatando el balón de la portería para soñar con un empate que no llegó.
El Manchester City, con una gran versión, controló su cita con el Watford y continúa intratable en la Premier League. Esta vez pareció un entrenamiento para un equipo que sigue aterrorizando en lo más alto del fútbol inglés.