Tras chocar con Arturo, del equipo rival, el central del equipo alicantino cayó a plomo. Eso sí, se levantó y terminó de jugar el minuto de partido que quedaba. Sin embargo, en el vestuario no se encontraba nada bien.
Tras ponérsele un collarín, salió del estadio en ambulancia y lo llevaron al hospital Quirón de Sabadell para ser evaluado. Las primeras pruebas, por suerte, descartaron cualquier dolencia importante.
Se ordenó que Íñiguez pasara la noche en observación para recibir el alta este lunes, si es que no aparece ningún contratiempo.
"En la caída pedió el conocimiento y se quedó aturdido, apenas podía hablar. Es otro susto más. Por suerte, está vivo. Recibimos muchas patadas y hay que equipos que se exceden y se permite. Pero es Segunda B y tenemos que estar contentos porque parece que todo va a quedar en un susto", comentó Lluís Planagumà.