El Leicester empieza a demostrar las debilidades de un equipo que no aspira a pelear por la Premier.
Maduró el partido contra el Bournemouth, dispuso de media hora en superioridad numérica, pero sucumbió ante la presión y desperdició un penalti que le habría mantenido al frente de la clasificación.
Mahrez se topó con Boruc tras la expulsión de Francis. El cancerbero le adivinó la intención y se convirtió en el gran protagonista del partido.
El Leicester se quedó a cero tras 16 remates, mientras que el Bournemouth logró arañar un valiosísimo punto del King Power Stadium.