Lo de Rabiot se está convirtiendo en un culebrón de indescifrable final. La historia se ha ido enredando tanto que resulta casi imposible vaticinar dónde terminará el jugador la temporada y, lo más importante: cuál será su equipo a partir del próximo curso. No viajó con el cuadro parisino a Catar, pero de ahí a que salga en el presente mercado invernal hay un paso gigante.
En el centro de la ecuación, su madre y agente: Veronique Rabiot. Una mujer que, como cualquier madre, solo vela por los intereses de su hijo. El PSG buscó por todos los medios ampliar el contrato de Rabiot, se reunieron en varias ocasiones y hasta Al-Khelaïfi tomó cartas en el asunto. Siempre recibió el catarí la misma negativa de Veronique, una negociadora implacable.
Así, con el contrato de su hijo en su recta final, a los Rabiot se les ha dispuesto una ocasión magnífica para hacer el negocio de sus vidas. Tiene cartel Rabiot, centrocampista que se queda a medias entre la contención y el ataque, pero de buenas maneras y gran trato de balón. Apareció el Barça, pero las idas y venidas de madre e hijo han hecho imposible cerrar la negociación.
Por el camino han aparecido no pocos equipos: Bayern, Chelsea, Juve, United. Todos ven una oportunidad fantástica de mercado -Rabiot tiene solo 23 años-, pero Veronique vislumbra un futuro diferente. Mientras se habla que el PSG aceptaría una oferta 15 millones de euros por su traspaso ahora en enero, 'Sport' desveló el interés de la madre de Rabiot: esperar a junio y cobrar una prima de fichaje.
De salir una vez terminado el curso, Rabiot llegaría libre al equipo con el que alcanzara un acuerdo. Pero, como suele ocurrir en estos casos, tanto jugador como representante se llevarían a sus cuentas corrientes una interesante prima. El entuerto es importante y Rabiot, mientras se decide, está fuera de los planes del PSG. Y eso que Tuchel ha mostrado voluntad en recuperarlo.
"Rabiot es indispensable para nosotros", señaló recientemente Thiago Silva. Sus compañeros saben de su importancia, pero también huelen que su futuro está lejos de París. No obstante, al 'cuento' le quedan varios capítulos por completar. Los días siguen cayendo y el mercado se calienta, también con un Rabiot que tiene en jaque a media Europa.