Los visitantes vencían por 0-1 cuando el encuentro llegó a su recta final con la tensión más que presente sobre el terreno de juego.
En el último minuto, el colegiado señaló un penalti en contra del equipo malagueño, que no se tomó nada bien la decisión del árbitro.
Tanto fue así que tanto aficionados como integrantes del Tiro Pichón saltaron al campo agrediendo a varias personas del Natación Almería y se vivieron momentos bastante desgaradables sobre el césped.
Por último, el jugador local se negó a lanzar el penalti ante las amenazas de muerte que, según varios medios locales, realizaron los jugadores malagueños.
Al final, el futbolista falló adrede el lanzamiento y el partido acabó con 0-1, aunque el Tiro Pichón terminó con cuatro expulsados (dos entrenadores y dos jugadores).
El cuadro almeriense no se jugaba nada deportivamente, mientras que los rojiverdes aún tienen opciones de ascender a División de Honor, pero... ¿a qué precio?