Bonito desafío el que se ha encontrado Baraja. En su primera semana como técnico del Tenerife, debe viajar a tierras malagueñas para, en un encuentro ante un rival directo, afrontar su primer examen. Un reto complicado, pero también romántico.
Romántico por lo que significa volver a La Rosaleda para él. Ya retirado y ejerciendo como entrenador, el vallisoletano nunca olvidará la noche en la que el Valencia venció por 0-2 al equipo blanquiazul en la campaña 2000-01. Una hazaña imborrable con la que el cuadro 'che' se proclamó campeón de Liga.
Con goles de Ayala y Fábio Aurélio, el Valencia lograba ser levantar el título liguero 31 años después, esta vez con Benítez en el banquillo. Un lugar que, por tanto, tiene muchísima magia para el recién estrenado entrenador del Tenerife.
Tras su fraguada experiencia con el Sporting, con el que no consiguió el ascenso en la temporada 2017-18 quedándose en el 'play off', Baraja espera poder lograr la salvación -objetivo prioritario ahora- con el equipo canario.
Se mide a un Málaga con muchas dudas después de sumar cinco partidos sin conocer la victoria. Con solo un punto de diferencia entre ambos conjuntos, se espera un duelo con muchos nervios y con la importancia de sumar ante un rival directo.