El SV Wilhelmshaven se ha llevado la razón ante la FIFA en su particular batalla por la legalidad de uno de sus fichajes. Al parecer, esta entidad bávara debía pagar unos 157.500 euros a dos clubes de Argentina debido al fichaj de Sergio Sagarzazu, que se produjo allá por el año 2007.
En los primeros compases de esta disputa, el SV Wilhelmshaven perdió el duelo en el Corte Arbitral del Deporte, por lo que la FIFA aprovechó y ordenó su descenso de categoría, pero esto no iba a quedar ahí.
El club volvió a insistir y el Tribunal Supremo Fededal de Alemania ha afirmado que el SV Wilhelmshaven no forma parte de la FIFA, así que no puede acatar ni realizar las órdenes que lleguen desde el estrato más alto del fútbol.
"Estamos contentos de haber llegado tan lejos", afirmó uno de los directos de este modesto club.