Roberto Martínez y Gareth Southgate se salieron un poco de lo establecido con esos esquemas, diferetnes a la tónica de centros del campo reforzados de la mayoría de selecciones.
El propio Director de Fútbol de la FIFA, Marco Van Basten, se quejó de que la mayoría de partidos transcurrían en pocos metros del terreno de juego.
De hecho, que hubiera menos iniciativa por parte de los equipos, menos juego dinámico, casa con el dato de que casi la mitad de los tantos en Rusia llegaron a balón parado. Concretamente, el 43%.
Que Yerry Mina, con tres goles de cabeza, haya sido uno de los máximos anotadores del Mundial, da fe de ellos.