Puede sonar a obviedad, pero Isco, entrar a una convocatoria definitiva para un torneo internacional absoluto es algo totalmente novedoso. El malagueño, pese a tener 26 años y a haber cumplido su quinta temporada en el Real Madrid, nunca ha representado los colores de su país ni en Eurocopas ni en Mundiales.
Resulta extraño, pero este Mundial de Rusia será el primer torneo en el que España podrá presumir de la chistera de un mago que sólo ha sabido sumar éxitos desde que debutó como profesional. Su primera ausencia fue la de la Eurocopa de 2012, aunque ese año, en el que acabó ganando el Golden Boy, hubo una explicación lógica para que no representara a la selección absoluta: ser una de las piezas clave de la Sub 21.
Tampoco se vistió con la camiseta roja dos años más tarde en el Mundial de Brasil. Aunque seguía formando parte de la Sub 21, Del Bosque le convocó en varias ocasiones para partidos de clasificación al Mundial. Eso sí, casi no sumó minutos y no entró en la lista definitiva... pese a haber jugado, entre otras cosas, la final de la Champions en Lisboa, que llevó la 'Décima' a las vitrinas del Santiago Bernabéu.
Lo más complicado de entender fue su ausencia en la Eurocopa de 2016. Por esa época, Isco ya estaba completamente adaptado a la Selección Española, tanto que jugó seis de los diez partidos de clasificación al torneo. Una temporada algo irregular en Madrid le cerró las puertas de la última convocatoria de Del Bosque, dejándolo fuera, una vez más, de un gran torneo internacional.
Por eso, esta llamada con destino a Rusia es especial tanto para él como para España. Cuesta creerlo, ya que es uno de los futbolistas más importantes del panorama futbolístico español, pero Isco, un hombre que ha jugado tres de las últimas cuatro finales de Champions, será novato en Rusia, el país que acogerá un Mundial perfecto para estrenar chistera.