El estadio del Jeque Zayed, levantado en 1979, representa la austeridad del fútbol tradicional, donde no hay sofás sino sillas de andar por casa y en los vestuarios no hay jacuzzis sino piscinas hinchables.
Con capacidad para 49.000 espectadores, el estadio contrasta con el lujo que rezuma Abu Dhabi por todos sus costados.
Mientras tanto, el Al Jazira, rival del Madrid en el Mundialito, prepara el encuentro en un campo situado en el espectacular Palacio del Emir, donde también se encuentra uno de los hoteles más caros del mundo.
Según 'The Thimes', los costes del hotel ascencieron a más de 2.000 millones de euros para crear, de la nada, una playa y construir dos helipuertos.