El manicomio es 'neroazzurro'. Eso es lo que quedó claro este martes 26 de enero en un 'Derby della Madonnina' de infarto en el que hubo de todo: goles, expulsiones, lesiones y peleas. De esta macedonia salió victorioso un Inter de Milán que estará en semifinales de la Coppa Italia a costa de un eterno rival que tiró por la borda el trabajo realizado en solo 15 minutos.
El Milan comenzó el partido con el esférico en su poder, con Rafael Leao avisando en el segundo minuto del partido con un remate de diestra que se marchó lamiendo el palo. Sin embargo, este inicio no amilanó a un Inter de Milán que creció con el paso de los minutos.
Poco a poco, los pupilos de Antonio Conte se hicieron con el timón del encuentro, con Romelu Lukaku acaparando el peligro del conjunto 'neroazzurro' y obligando a Tatarusanu a lucirse para evitar el primer tanto interista. El Milan sufría y aguantaba en su campo replegado, pero justo todo se le puso de cara cuando peor lo pasaba.
Y es que en el minuto 31, en una acción aislada, Zlatan Ibrahimovic cazó un balón en la frontal. Con un gran movimiento, pisó el área al escorarse un poco hacia la derecha y, desde ahí, conectó un derechazo raso y cruzado que, tras tocar en el palo, se convirtió en el 0-1.
El tanto debió suponer un mazazo para el Inter en condiciones normales, pero nada más lejos de la realidad. El equipo de Conte buscó con ahínco el empate antes del descanso y, aunque no lo encontró, si que se topó con una acción que marcaría el devenir del encuentro: el pique entre Ibrahimovic y Lukaku.
Ambos jugadores se encararon y no llegaron de milagro a las manos. La acción se saldó con una amarilla para ambos. Una cartulina que, sin saberlo, condenaría al Milan en la segunda parte, pero en ese momento no se podía adivinar que dicha acción sería tan decisiva.
Tras el descanso, el Inter mantuvo su plan de dominio y no perdió tiempo para tratar de iniciar una remontada que, tras dos buenas ocasiones de Alexis Sánchez y Lukaku, dio inicio cuando en el 58' un error de pardillo de Ibrahimovic dejó al siete veces campeón de Europa con uno menos.
Desde ese momento, el choque se convirtió en un auténtico asedio 'neroazzurro' que tuvo su primera recompensa en el minuto 71. En ese momento el propio Lukaku puso el empate tras un claro penalti sobre Barella que el VAR certificó para un colegiado que, minutos después, caería lesionado, lo que obligó a detener el encuentro durante un largo tiempo.
Esta pausa y espera mientras calentaba el cuarto árbitro ocasionó un añadido soñado para el Inter y de pesadilla para el Milan: diez minutos. Durante los mismo, el Inter bombardeó sin descanso a su rival para tratar de evitar una prórroga que se le esfumó al cuadro 'rossonero' en el 97', un minuto en el que Eriksen pasó de defenestrado a héroe con un sublime tanto de falta que certificó el pase a semifinales del Inter. El Milan protestó que no era falta, pero Eriksen clavó el gol.