El fútbol entre semana también crea estragos en Inglaterra. Más aún en Londres, una ciudad con más de ocho millones de habitantes que obligó a retrasar el Arsenal-Nottingham Forest debido a un atasco monumental.
La gente volvía rápido de sus trabajos para ver el fútbol y en el Emirates Stadium encontraron espectáculo. Una obra casi perfecta de los suyos que vencieron con claridad al Nottingham Forest en la tercera ronda de la EFL Cup.
Una victoria que sienta a Emery como un bálsamo, muy critado por la grada de su propio feudo por el juego poco esperanzador que lleva practicando el equipo desde el inicio de su mandato.
Una actitud más propia de un clima bélico de tensión que del fútbol y que encontró una tregua este martes, en un partido en el que el técnico vasco dio el relevo a los menos habituales.
Sólo Chambers, Mustafi, Torreira y Ozil le dieron el toque de glamour a un choque en el que brilló por encima de todo Gabriel Martinelli, el chico brasileño fichado este verano procedente de Ituano.
El '35' de los 'gunners' abrió la lata en el minuto 31 gracias un centro de Chambers desde el perfil diestro. La primera asistencia de la noche para el zaguero de un total de tres y el primer tanto de Martinelli de un doblete redondeado al filo del pitido final.
Un delantero que se convirtió con su diana en el jugador más joven en marcar en su primera titularidad con el Arsenal desde que lo lograra Alex Oxlade-Chamberlain en 2011.
A partir del 1-0, los 'gunners' se fueron al ataque con un vendaval y cerraron su clasificación a octavos ante un muy débil Notthingam Forest que nunca llegó a sentirse cómodo sobre el césped.
Los goles llegaron a 20 minutos del final. Holding, Willock y Nelson respondieron a la confianza de Unai Emery certificando una victoria con la que el equipo tenía mucho más que perder que de ganar.
La mejor noticia del partido fue la vuelta de Héctor Bellerín, que volvió a pisar el césped del Emirates Stadium después de una grave lesión.