En una tarde de locos en la categoría de plata se pudo disfrutar de un gran derbi andaluz en La Tacita de Plata. El Cádiz, obligado a ganar; el Córdoba, obligadísimo nada menos por el aprieto del descenso.
Los de Cervera, con las sensibles bajas de Manu Vallejo y Machís, empezaron con una marcha más y con un Jairo muy activo por su banda. También lo estuvo Querol, aunque encontró menos petróleo que el extremo tinerfeño.
Lekic rondaba el gol, pero no pudo aprovechar las buenas asistencias de sus compañeros. El Córdoba arrancó dormido y sin creerse que de verdad podía rascar algo positivo de tierras gaditanas.
Poco a poco, el Córdoba salió de su zona de confort tras unos minutos en los que aguantó de forma sólida en defensa. Andrés Martín y Jaime Romero fue de lo poquito destacable en ataque durante los primeros 45 minutos.
Tras el paso por vestuarios, el Cádiz incrementó su dominio sobre el colista de Segunda. Álex Fernández, que acababa de entrar, fue el autor de la asistencia que conllevó al primer tanto del encuentro.
El horror defensivo se apoderó de nuevo de la zaga cordobesista en una acción aislada. Carlos Abad paró el tiro de Kecojevic y la pelota quedó rechazada en boca de gol, donde el meta y Quintanilla se estorbaron a la hora de despejar, produciéndose así el fatal desenlace.
Al contrario de lo que hubiera parecido, el Córdoba se desplegó en ataque y encontró el premio muy pronto. La magia de Andrés Martín apareció para asistir a un Piovaccari que entró como un cohete para cabecear.
El Carranza no se lo podía creer. Un equipo bastante herido había igualado el electrónico, y no solo, ya que Bodiger estrelló un mano a mano en la base de la cruceta en lo que pudo significar la remontada del Córdoba.
Reaccionó el Cádiz con más corazón que cabeza, pero ya era demasiado tarde. El Córdoba, a pesar de no valerle las tablas, no dejó escapar el punto cosechado en el derbi y los de Álvaro Cervera pierden otra buena oportunidad de afianzarse en el 'play off'.