Brasil se dejó llevar por sus fantasmas y la psicosis que planteó el pie derecho de Neymar. El 'Mineirazo' era el último recuerdo mundialista para los ahora entrenados por Tite, que terminaron volcados en el área suiza sin encontrar premio. Suiza se parapetó hasta las últimas consecuencias, rascó y sí se llevó recompensa. Un punto que sabe a oro y que deja a Brasil como otra favorita entre dudas.
La presión, altísima para un combinado cargado de talento que sólo aspira al título, fue un rival más para Brasil, que lo tenía todo encarrilado hasta que permitió que Zuber cabeceara en las barbas de Alisson. Suiza llegó en hora para firmar la sorpresa, aunque fue Sommer y la falta de acierto brasileña lo único que permitió que el triunfo no fuera para la 'Canarinha'.
Arrítmica puesta en escena de Brasil
En un Mundial nadie regala nada y la fastuosa clasificación brasileña quedó en nada cuando en el inicio se dejó llevar por un ritmo inadecuado. Sin presión en la salida suiza, sin 'punch' por las alas. Sin casi nada. El orden de los de Petkovic fue la nota predominante de unos primeros compases en los que apenas Willian desarboló el planteamiento helvético.
Sin embargo, un equipo que aglutina tanta calidad puede romper un partido en un chasquido de dedos. Así, en la primera conexión entre Coutinho y Neymar, el nuevo rubio encontró a Paulinho donde le gusta, a un toque del gol. Le vino a la zurda y no enganchó bien el balón, que tocó en su pie derecho antes de que Sommer puliera la ocasión con un desvío al costado.
Con Neymar disuelto en el verde, fue su amigo Coutinho el que lució tipo con un golazo tremebundo. Un gol 'made in' Coutinho, por otro lado. Balón al balcón del área, cuerpo acomodado para el palo más largo y derechazo tan sutil como potente. Imparable, delicioso, mágico. La bola tocó el poste para embellecer más la acción. Era el primero de Brasil, todo estaba donde quería Tite.
Era el minuto 20 y desde ahí hasta el descanso, el público apenas pudo constatar que Neymar, como bien dijo su seleccionador, no está al cien por cien. Ni de físico ni de convicción, una sombra de sí mismo. Para colmo, en más de una ocasión se echó la mano a su pie derecho, elevando la alarma en el banquillo.
El ritmo no aumentó y eso permitió que Suiza no sufriera, aunque bien se pudo encontrar con otro gol más cuando la primera mitad expiraba. Neymar botó un saque de esquina y Thiago Silva cabeceó de forma ejemplar. Su desmarque al primer palo era medio gol, pero la otra mitad se perdió por encima del larguero.
Suiza empata y Brasil se desespera
Ni Petkovic ni Tite movieron en el inicio de la segunda parte, que apenas sumaba cinco minutos cuando la banca se rompió. Sacó de esquina Shaqiri y Miranda, que cubría a Zuber, falló previo empujoncito del suizo. Como resultado, un cabezazo franco en área pequeña y un empate demasiado fácil. Había tiempo, pero Brasil tembló.
Fue lo último que hizo Suiza en ataque, pero obviamente resultó tremendamente decisivo. Tite modificó la sala de máquinas y, casualidad o no, Neymar comenzó a encontrar su sitio. Encaró, aún sin la velocidad de su mejor forma, y regateó hasta que los defensas le mandaron al suelo una y otra vez. Hasta diez faltas tuvieron a 'Ney' como protagonista.
Del 70' al 96' todo fue un acoso y derribo por parte de la 'Canarinha'. Coutinho y Neymar se decidieron a capitanear la reacción de su selección, que no llegó a pesar de las múltiples ocasiones. Firmino, Fernandinho y Coutinho pusieron en preaviso a Sommer, que en el 89' tapó de manera excelsa un cabezazo de Firmino.
Ya en el descuento, la última bala. Primero Miranda, con un derechazo mordido que rozó el palo y, finalmente, Thiago Silva tras un rechace que Schär se encargó de mandar al limbo. Fue la última para una Brasil que se perdió en sus propios miedos, en esos malos recuerdos que, o borra de su mente, o serán un hándicap más en Rusia.