Tropezar no era una opción. De esta manera afrontaba Millonarios su duelo en Barranquilla frente a Junior. Una auténtica final para el 'Embajador' de cara a meterse en una lucha por el título impensable hace un par de jornadas.
El cuadro de Bogotá tenía la necesidad imperiosa de ganar, pero no lo pareció al principio de un encuentro en el que Junior quiso llevar la voz cantante. Ello quedó patente con un tanto de Valencia a los cuatro minutos, pero el mismo fue anulado por fuera de juego.
Con el susto en el cuerpo, Millonarios se dejó dominar por un cuadro de Barranquilla que buscó con ahínco en gol, pero el mismo no llegaba. Millonarios se repuso de este mando sobre la media hora, pero sus acciones ofensivas no generaron demasiadas complicaciones a Viera.
Tras el descanso, el cuadro de Barranquilla trató de repetir el plan del primer tiempo y apretó el acelerador para dominar el esférico y por ende el encuentro. Ello tuvo una recompensa casi inmediata, ya que en su primer ataque logró que el colegiado señalase penalti a favor del 'Tiburón'.
Sin embargo, el árbitro consultó en el VAR el derribo sobre Teófilo Gutiérrez y, tras ver repetida varias veces la acción, rectificó su decisión y la pena máxima se evaporó.
Este hecho espoleó todavía más a Junior, que controlaba a placer el choque ante un Millonarios que no combinaba y casi no superaba la línea divisoria. Pese a la ausencia de ocasiones, la tragedia parecía inminente ante este panorama.
La misma se materializó en el 64', minuto en el que Larry Vásquez remató completamente libre de marca un envío raso desde la izquierda de Fuentes para poner el 1-0 en el electrónico. Un tanto que, ahora sí, obligaba al 'Embajador' a quemar naves.
Pese a que la necesidad atosigaba a Millonarios, Junior continuó siendo protagonista en el duelo y llevando el peso del choque ante el combinado de Alberto Gamero, que veía a sus jugadores sin capacidad de reacción.
Los minutos pasaban y el 1-0 parecía inamovible hasta que, en el 86', un saque de banda desde la izquierda acabó con Ditta anotándose en propia puerta el 1-1 que daba esperanzas a Millonarios.
El 'Azul Embajador' lo intentó con más fe que fútbol, pero la victoria no llegó y el definitivo empate le deja a seis puntos de la octava plaza a falta de tres partidos. Una quimera a la que el equipo de Bogotá debe agarrarse.