El encuentro no tuvo otro guion que el del dominio total de España a lo largo de los 90 minutos. Desde el inicio, el plan ofensivo se basó en una posesión calmada, la que está en el ADN de la Selección, para someter a unas contrincantes que poca resistencia ofrecían.
Su cometido se basó en quedarse atrás y esperar a alguna oportunidad para salir a la contra y sorprender a Paños. Pero la guardameta observó toda la primera mitad sin tener prácticamente que moverse. Patri Guijarro puso la primera diana al poco tiempo de comenzar con un testarazo.
Después de unas cuantas ocasiones, llegó el segundo tanto gracias a una volea con mucha clase de Virgina Torrecilla. Con el interior del pie, buscó la escuadra y el esférico tocó en el larguero antes de entrar en la meta. Poco después, se lesionó, poniendo la nota negativa del choque.
No cambió la tónica del encuentro en toda la segunda mitad. De hecho, fueron las locales las que sacaron desde el punto central, así que ni siquiera pudo Azerbaiyán tomar la iniciativa en alguna ocasión. Las lesiones tampoco estuvieron de su lado: Jafarzade y Aliyeva tuvieron que retirarse.
La encargada en poner el tercer gol en el marcador fue Aitana. Mostró poca solidez defensiva el cuadro contrario y la jugadora aprovechó la prolongación de un córner de cabeza para poner ella la testa y sorprender a Sharifova, que fue la mejor de su conjunto.
En la recta final no cambió la situación, solo se agravó la de las del Cáucaso, que sufrieron varios problemas físicos más. No jugaban un partido oficial desde 2010 y se notó la falta de preparación de la plantilla. Por parte de las españolas, tres puntos y un subidón de moral para empezar la competición.