Morales, de 31 años, militó en el Parla entre 2006 y 2010, mientras que Mayoral permaneció en el club madrileño entre 2004 y 2007 y a los diez años se marchó al Real Madrid para incorporarse al Alevín B.
Durante la temporada 2006-07, y mientras Morales formaba parte del primer equipo, un niño de apellido Mayoral ejercía de recogepelotas para el que ahora es su nuevo compañero en el Levante, tras la cesión cerrada en el último día del mercado de fichajes.
En uno de los recientes enfrentamientos entre el Levante y el Real Madrid, a Morales le recordaron esta anécdota de la que él no era consciente y, enseguida, solicitó el contacto de Mayoral para poder rememorar aquellos viejos tiempos en Parla.
Desde entonces, y tal y como reconoció esta semana Morales en una entrevista en COPE, los dos madrileños mantuvieron el contacto y, de hecho, el extremo fue clave para convencer a Mayoral de que su mejor opción era fichar por el Levante.
"La verdad es que lo conozco de hace mucho, él jugaba allí en Parla y yo era recogepelotas. Iba a ver todos los partidos con mi padre, él jugaba de delantero y corría mucho como hace ahora. Es un gran jugador y una gran persona y estoy encantado de jugar con él", dijo Borja Mayoral.
Si Mayoral abandonó Parla para jugar en el Real Madrid hasta ahora, con una cesión al Wolfsburgo alemán en el curso 2016-17, Morales se mudó al Fuenlabrada en 2010 hasta que un ojeador del Levante se decidió por su contratación para el filial del equipo valenciano en 2011.
El nuevo delantero del Levante, que tiene diez años menos que Morales, llega a un vestuario en el que su antiguo compañero en el Parla es uno de los capitanes y, sin duda, el futbolista más desequilibrante de la plantilla que dirige Paco López.