No había mejor regalo para el eterno '21' que ganar este jueves y hacerlo con un resultado contundente a domicilio. El 0-3 es un gran paso del Espanyol hacia el sueño de la Europa League... un sueño que se acerca.
Los 'pericos' hicieron sus deberes ante un Lucern sólido que casi ni jugó, pero tampoco dejó jugar. Férreo en todo momento y sin demasiados argumentos, los suizos apostaron por la defensa y el peligro a la contra, pero no encontraron nada.
El Espanyol, sin embargo, supo leer el partido a la perfección. No corrió riesgo alguno durante los 90 minutos y buscó siempre el gol con calma, pero con insistencia ante el equipo suizo.
La igualdad fue la tónica general de un encuentro en el que no se vieron demasiadas ocasiones, pero que tuvo tramos de dominio 'perico' que sirvieron para que el Espanyol acabara sacando petróleo de Lucerna.
Tres goles para soñar
En la primera mitad, los de Gallego dejaron claro que iban con todo y que no se conformaban con un empate o un marcador corto. Sin embargo, costó mucho el gol hasta que Ferreyra, a la media hora, abrió la lata tras una gran triangulación.
Lo mejor llegó en la segunda mitad, cuando el Espanyol logró los dos goles restantes. El 0-2 lo puso Dídac Vilà con un misilazo desde dentro del área tras una jugada larga y el último, a segundos del final, llegó de la mano de Matías Vargas, que debutó en partido oficial firmando una obra de arte en forma de rosca a la escuadra del palo largo.
De esta manera, la eliminatoria queda prácticamente sentenciada para un Espanyol al que no le quedará más que defender el 0-3 en casa ante su afición.