El Barcelona comenzó la temporada con la posición de los centrales bien cubierta. Se había fichado a Lenglet, con lo que el centro de la zaga parecía bien cubierto con Piqué, Umtiti y Vermaelen. La marcha de Yerry Mina no dolió.
Pero la lesión de Umtiti lo ha cambiado todo. Sólo queda Vermaelen para dar descanso a Piqué y Lenglet. Sin embargo, las continuas lesiones que acostumbra a sufrir el belga hacen que su presencia en los onces de Valverde sean un arma de doble filo.
Sí, es un recambio válido, pero el barcelonismo se pregunta cuánto tiempo pasará hasta que se vuelva a lesionar. No si se volverá a romper, sino cuándo ocurrirá. Y esa fragilidad, teniendo ya a un central de baja de larga duración, provoca pavor.
Porque Lenglet, pero sobre todo Piqué, necesitan descansos. El primero de esos descansos necesarios será ante el Tottenham, en el intrascendente duelo de Champions para los azulgrana.
Vermaelen se volverá a vestir de corto, después de haber reaparecido ante la Cultural en la Copa, tras lesionarse con Bélgica en la Liga de las Naciones hace dos meses.
Un Vermaelen que cada vez más parece mirar con añoranza el fútbol inglés. Su contrato termina el próximo 30 de junio y no parece que vaya a ser renovado. La Premier llama a su puerta, y él estaría encantado de volver.
"Estoy abierto a todo, no es imposible, tengo buenos recuerdos de mi estancia en Inglaterra y me sentí muy feliz allí", declaró Vermaelen en una entrevista concedida a la agencia 'AFP'.
La suerte no ha acompañado a Vermaelen en su paso por el Barcelona. Las lesiones le han lastrado, lo que le ha costado el puesto una y otra vez. Pero él siempre ha sido profesional, y el Barcelona confía que siga siéndolo este último semestre. Será su último servicio a su club antes de separar sus caminos.