Complicado llamar suplentes a unos jugadores que despliegan tal fútbol, como el que se ha visto este sábado en los blanquiazules. De hecho, algunos de ellos tendrán que cubrir las importantes bajas que tendrá el Málaga en el 'play off'.
Este Málaga gana, convence y, lo más importante, gusta a una afición que lo había pasado mal durante toda la temporada. Víctor Sánchez ha aireado la empantanada azotea que dejó Muñiz patas arriba.
Y eso se nota en partidos como este, en los que los suplentes que apenas han jugado durante todo el año responden. El claro ejemplo es Boulahroud, que fue el pulmón blanquiazul y el eje sobre el que se sostenía la sala de máquinas.
Fue el mismo marroquí el que se encargó de abrir la lata, gracias a un potente disparo desde la frontal que tocó en la cepa del poste antes de entrar. Todo va rodado para un Málaga que ha metido la directa con destino a Primera.
Harper se reencontró con su mejor versión del principio de curso, acompañado por un descarado Hicham. El Elche no apareció en ningún momento por Martiricos y La Rosaleda se fundió con el juego de los suyos, creando un ambiente perfecto para afrontar el 'play off'.
Durante el segundo tiempo continuó, e incluso aumentó, el dominio del Málaga sobre el Elche. Ricca, con la garra que le caracteriza, envió al fondo de las mallas un cabezazo inapelable a pase de un excelente servidor, Renato Santos.
Faltaba la guinda, y esa la pusieron entre Pacheco e Hicham. Asistencia fabulosa del malagueño al segundo palo para que el joven marroquí rematara a placer. Lacen sustituyó al lesionado Lombán en el primer tiempo. Salieron Miguel Torres y Mula... nadie desentonó.
El Málaga se ha obcecado con el ascenso y pretende luchar hasta el final por ello. El Dépor, siguiente y penúltimo escollo -y grande- para confirmar el regreso a la élite. El Elche dice adiós a una temporada de clara línea ascendente.