El estadio Nacional de Singapur acogió el partido amistoso entre Brasil y Nigeria. Los brasileños llegaban con ganas de dar guerra para mejorar los últimos resultados cosechados, pero los visitantes no se lo pusieron fácil.
Nigeria salió muy concentrada en defensa e intentó frenar las continuas llegadas del conjunto de Tite. Aunque la 'Canarinha' estuvo cerca de adelantarse en el marcador gracias Firmino, le tocó sufrir en la primera mitad, sobre todo tras la preocupante lesión de Neymar.
Chukwueze y Osimhen conectaron y esto perjudicó a Brasil. Sin embargo, el tanto no lo marcó ninguno de los dos. El mediocentro Aribo se encargó de llegar desde atrás y sorprendió a la defensa brasileña y al propio Ederson con un buen tanto.
A partir de este momento, los nigerianos se replegaron mucho más y a los locales les costó encontrar espacios. Tras el descanso, los de Tite siguieron en la misma sintonía y al final acabaron consiguiendo lo que buscaban.
Casemiro aprovechó un rechace tras un cabezazo de Marquinhos para empatar el encuentro. No obstante, no fue la única que tuvo el del Real Madrid, pues minuto después empezó a conectar con Coutinho y cerca estuvo de firmar la remontada.
Nigeria comenzó a dormirse y, aunque parecía que no iba a bajar los brazos, acabó cayendo. Se fue desinflando el combinado africano con el paso de los minutos, aunque aguantó a duras penas tapando los espacios y haciendo cambios en los últimos minutos, con Brasil disponiendo de un aluvión de ocasiones claras, siempre en vano.
Finalmente, aunque Brasil estuvo más cerca del segundo que los de Gernot Rohr, no pudo hacerse con la victoria y sigue sin resurgir desde que se proclamó campeona de la Copa América. Por el contrario, tras el nivel y la solidez mostrada por los nigerianos, el combinado africano demuestra que está listo para volver a luchar con lo mejor del continente.