La última prueba antes del envite inicial no fue satisfactoria para los de Sergio. Cuando parecía que ambos equipos se marcharían contentos con el empate apareció Morosini para dar la victoria al cuadro transalpino.
Remontó el Brescia, que vio cómo Sandro va recuperando poco a poco ese instinto goleador que le llevó al Everton. Y es que desde la salida del canario del Málaga, el delantero ha tenido la mirilla estropeada. Algo que parece haber calibrado en su pretemporada con el Pucela.
El ariete fue el encargado de abrir la lata. Sandro culminó una larga jugada del Valladolid con un latigazo en el que nada pudo hacer Joronen más que ver el balón pasar al fondo de las mallas.
Lejos de amilanarse, el Brescia fue rápidamente en busca del gol del empate. El cuadro italiano llevó el balón de banda a banda para que Torregrossa, a pase de Bisoli, pusiese de cabeza la igualada en el marcador.
El paso por los vestuarios sentó mal al Valladolid, que con piernas cansadas vio cómo el Brescia superaba en intensidad. Y es que el tanto de la victoria llegaría precisamente en un error blanquivioleta.
El Brescia plantó una presión en campo ofensivo, no permitiendo a los de Sergio mover la pelota con facilidad. Cuando el colegiado miraba el reloj para dar por finiquitado el choque, el cuadro italiano recuperó la pelota para que Morosini marcase el tanto de la victoria.
El Valladolid acaba la pretemporada con un sabor amargo. Dos victorias, tres empates y dos derrotas es el balance de los de Sergio González antes de verse las caras con el Betis.