Más que feliz, porque el Hertha, en Berlín, ha tenido a bien volver a puntuar para amargar un poco el sueño que supone para el Östersunds pasar de ronda.
Ha ocurrido todo lo que tenía que suceder para que el Athletic pasase de ronda como primero de grupo: ganar en Ucrania y que el hasta entonces líder no lo hiciera en Alemania.
Los de Ziganda nada supieron del resultado del otro partido más que iba empate a cero al descanso, como el suyo. Hasta el final. Pero no adelantemos acontecimientos.
El partido de Lviv, que enfrentó al Zorya de Lugansk y al Athletic Club, fue de todo menos vistoso. Quizá fruto del implacable frío que azotaba Ucrania, los jugadores no realizaron un fútbol digno de mención.
La primera parte fue una sucesión de errores que favorecía en cierta medida a los intereses del conjunto hoy local, pese a jugar a más de 1.000 kilómetros de su habitual estadio.
El Athletic, muy perezoso, muy temerario, parecía jugar sin ganas. Como si hasta perder les valiese a los de Ziganda. Se veía más al Athletic del Formentera que al del Madrid.
Sin embargo, cuando las piezas encajaban, los 'leones' se mostraban muy superiores a su rival. Suyas fueron las mejores ocasiones de la primera mitad, y el Zorya se libró de haberse ido al descnaso 0-2.
Primero, porque al juez de linea le pareció que Aduriz asistió a un Williams en fuera de juego, una jugada que vista repetida es perfectamente legal. Las quejas de nada sirvieron.
Minutos más tarde, porque a Raúl García se le fue alta una chilena desde la frontal que hubiera sido un golazo para enmarcar. Pero el balón no quería entrar, o no querían que entrase.
Tras el descanso, más de lo mismo, hasta que poco a poco la impaciencia hizo mella en los ucranianos, y el Athletic empezó a explotar, por fin, el gran punto débil de este equipo: el balón parado.
Así llegó el primero. Minutos antes Raúl García remató al larguero un centro de córner, y en el 69' fue Aduriz el que convirtió un testarazo en gol.
La renta de dos goles hizo que el Athletic se relajase y su juego por fin volviese a fluir. Aduriz buscó su doblete, pero el arquero rival lo evitó con una gran mano.
Ya a la desesperada, el Zorya buscó un gol que nunca llegó, y lo que se encontró fue el gol de la sentencia. Raúl García se desquitó de su mala fortuna previa y dejó finiquitado el partido.
La alegría por ganar fue doble al término del partido, cuando llegaron las noticias desde Berlín. El Östersunds había empatado, por lo que el Athletic igualó sus once puntos. Y gracias al 1-0 endosado a los suecos en San Mamés, los 'leones' serán cabeza de serie el lunes.