La derrota ante el Levante en el Ciutat de València y el empate ante el Slavia de Praga en el Camp Nou en Champions League desataron una gran tormenta en la Ciudad Condal.
Estos resultados se unieron al mal juego del conjunto de Ernesto Valverde, que no lograba brillar ante rivales a los que se le suponía muy superior.
La situación era casi de urgencia en el Barça. Las críticas arreciaban, los nombres para sustituir al técnico extremeño comenzaban a sonar... pero todo ha vuelto a la normalidad.
En menos de un mes, las aguas han regresado dulcemente a su cauce en un conjunto azulgrana que ahora es una balsa de aceite.
El cuadro catalán llega al final del año totalmente lanzado y avalado por uno resultados que son prácticamente inmejorables.
Desde esos dos pinchazos, el equipo azulgrana ha vencido a equipos de gran nivel como Atlético de Madrid, Borussia Dortmund e Inter dando una gran imagen.
Un aspecto clave este último, ya que el juego del equipo ha mejorado ostensiblemente, con los jugadores alcanzando un gran estado de forma y la temida 'msg' entendiéndose cada vez mejor.
A todo ello se le ha sumado que el Barça se ha ido sobreponiendo a urgencias de todo tipo. Tal y como recuerda 'Marca', la entidad azulgrana ha sacado adelante un tramo clave de la temporada sin sus dos laterales titulares.
Por último, Ernesto Valverde, muy criticado, ha sabido encontrar soluciones y arreglar problemas como el de Ivan Rakitic, que ha sido nuevamente recuperado para la causa.
Este Barça es otro y todo ello en cuestión de semanas. Habrá que esperar si la volatilidad del fútbol se lleva por delante al cuadro 'culé' o si por el contrario el piloto automático ya está activado.