Los asaltantes no se detuvieron ni ante el coche de Policía aparcado en la puerta del domicilio de Martínez, que ya había sido amenazado de muerte por la 'barrabrava' del conjunto rosarino.
Uno de los policias que se encontraba dentro del coche se refugio en una vivienda de la zona tras las ráfagas de disparos por si los asaltantes regresaban a la zona.
Estas acciones de violencia se están convirtiendo en habitual en Argentina después de que muchos clubes intenten frenar el poder que muchas de estas 'barrabravas' cuentan dentro de los equipos.
HIstorias que no deberían verse bajo ningún concepto bajo el pretexto del fútbol.