Cómo cambian las tornas en poco más de dos meses. Luis Enrique se estrenaba en Wembley el 8 de septiembre tras sustituir en el cargo a Fernando Hierro, solución emergente de Luis Rubiales tras la destitución de Julen Lopetegui. La misma rapidez con la que llegó el técnico asturiano al banquillo de la Selección Nacional. Tras la derrota ante Croacia, Luis Enrique ve cómo se acentúan dos problemas a los que tendrá que intentar buscar una solución: los errores defensivos y la falta de un 'killer' claro en el equipo.
Con su típica sonrisa, el ex del Barcelona comenzó una nueva etapa para él, la primera en el apartado de selecciones. Toma de contacto de solo unos días y tocaba viajar a Londres para medirse a Inglaterra, uno de los semifinalistas de la pasada Copa del Mundo. Un buen primer reto de los que le gustan a 'Lucho'. Y España lo pasó con nota. Saúl y Rodrigo remontaron el primer gol de Marcus Rashford y sembraron la alegría en la afición de 'la Roja', con muchas dudas tras las salidas de varios pesos pesados tras el Mundial de Rusia. Andrés Iniesta, Gerard Piqué o David Silva, algunas de ellas.
Tres días después, Croacia era el rival del conjunto de Luis Enrique en el segundo partido del grupo de la Liga de Naciones para ellos. Un contundente 6-0 que auguraba un futuro exitoso para el técnico asturiano, sobre todo teniendo en cuenta de la talla del adversario, finalista en la pasada Copa del Mundo.
Sin embargo, los dolores de cabeza para el seleccionador comenzaron a llegar ante Inglaterra en el Benito Villamarín. Muchísimos fallos defensivos que evidenciaron la falta de seguridad en la zona de atrás en el triunfo de los británicos por 2-3. Quizás uno de los motivos por los que optó por volver a convocar a Jordi Alba, ausente durante las primeras convocatorias del entrenador.
Ahora, después de algo más de dos meses, un mar de dudas rodea a la Selección, sobre todo en dos ámbitos: las flaquezas defensivas y la añoranza de un '9' puro que asegure un buen promedio goleador.
Ante los balcánicos se volvió a notar que David de Gea no es el mismo del Manchester United. Quizás pudo hacer más en el segundo gol, mientras que su despeje en el tercero acarreó el tercer tanto de los croatas, después de que Tin Jedvaj empujara la primera intervención del guardameta de los 'red devils'.
Además del portero, los cuatro de atrás sufrieron tanto a balón parado como al contragolpe. La vuelta de Jordi Alba y el salto de Íñigo Martínez -que cuajó un buen partido- no fueron suficientes para que 'la Roja' volviese a tener aquella seguridad defensiva que tenía de antaño.
La falta de contundencia atrás se complementa con la falta de un '9' claro. Aunque bien es cierto que los centrocampistas son asiduos al gol en el combinado nacional, ni Rodrigo ni Iago Aspas consiguieron ver puerta ante Croacia. El gallego falló una clarísima cuando todo el banquillo ya se levantaba para celebrarlo. El valencianista, por su parte, solo ha conseguido anotar dos tantos de los 12 de la Selección en esta Liga de Naciones.
Pese a que los goles llegan en el equipo de Luis Enrique, resulta curioso que el máximo artillero del equipo sea Sergio Ramos -solo anotó de penalti el tanto ante Modric y compañía-. Un factor que también está comenzando a notar, sobre todo en los partidos que se deciden por detalles. De ahí que extrañe -y mucho- la ausencia de Paco Alcácer en la convocatoria, uno de los delantero más en forma del cuadro español. Álvaro Morata tuvo unos minutos ante Croacia, pero el delantero del Chelsea no supo cómo generar peligro en la defensa balcánica.
Una derrota y mucho a mejorar. España pasó de depender de sí misma tras los dos primeros partidos a depender de un utópico empate entre dos selecciones que deben ganar para conseguir el pase a la 'Final Four' de la Liga de Naciones. Cosas del fútbol.