El Mirandés tumbó al Fuenlabrada en la jornada 38 de Segunda División remontando y trabajando para poner la vista en el sueño de la pelea por el 'play off'. Aunque la distancia para con Girona, Sporting y Leganés sea amplia, aún queda margen para obrar un milagro y pelear por el mismo sirve de aliciente del tramo final del curso.
En el terreno de juego, el equipo de José Alberto tiró de su calidad para llevarse los tres puntos. Los 'kirikos' se adelantaron en un gran remate de volea de Kanté a un centro lejano de Cristóbal Márquez en el minuto 26 y, de ahí en adelnte, los locales fueron ganando terreno y progresando hasta hacer suyo el duelo.
Poco después de la primera media hora de juego, Javi Muñoz firmó las tablas con cierta fortuna. Un chut desde la frontal se cruzó con las piernas de Juanma, confundió a Belman y acabó en el fondo de sus mallas. Mientras los de Oltra mostraban bastantes más problemas para plantarse con peligro ante Lizoain, el conjunto 'jabato' iba a más.
Sobre todo, por el diferencial trabajo de efectivos de la talla de Cristo y Djouahra. El segundo obró al final el tanto de la victoria con una jugada brutal. Le hizo un sombrero desde la banda a Pol Valentín, rompió a Fuentes en la frontal con una esquiva y batió a Belman con un zapatazo raso a su palo corto.
No era la primera vez que el Mirandés ponía en serios apuros al Fuenlabrada desde su área -de hecho, pudo marcar antes gracias a un penalti muy polémico por mano de Glauder, pero Belman se lo paró a Dani Vivian-, aunque esta fue la definitiva. Antes, Cristo ya había obligado a los zagueros a efectuar intercepciones salvadoras casi en boca de gol. En la otra punta del campo, la mejor intentona fue una chilena de Juanma que salió por poco por encima del larguero.
El resultado deja a los de José Alberto en la novena plaza con 52 puntos. Teniendo en cuenta lo rocambolesco de los resultados entre los equipo de más arriba, quién sabe si el equipo podrá pelear por colarse contra todo pronóstico en la pelea por el 'play off'. Los 'kirikos', entretanto, habitan con calma tierra de nadie.