Un clásico canario nunca deja a nadie insatisfecho. Esta vez no sería una excepción, y más con todo lo que había en juego. Una derrota chicharrera hubiera puesto en muchísimos apuros al plantel de Oltra.
Y como una final que era, el Heliodoro se vistió con sus mejores galas, colores blanquiazules y amarillos para adornar una tarde-noche fantástica en tierras tinerfeñas. Lección de deportividad y de ambición, tanto de los jugadores como de los aficionados.
Sin embargo, las polémicas arbitrales empañaron un partido espléndido, de tú a tú y con solo un objetivo: la portería rival. Y es que, al borde del descanso, Mauro dos Santos mereció ver la segunda amarilla, pero el colegiado se la perdonó.
Hasta entonces, Las Palmas había sido superior. En los primeros compases del derbi, Blum y Lemos estuvieron cerca del primer gol. Dani Hernández, como de costumbre, mantuvo con vida a sus compañeros durante gran parte de la cita en el Heliodoro.
Los canteranos grancanarios aprobaron y, pese a la derrota, lo hicieron con nota. Cedrés, por su descaro, velocidad y astucia en el gol; Josep Martínez, por la seguridad en las demás acciones aparte de los dos goles chicharreros.
Blum volvió a amenazar con el gol después de una acción perfectamente hilvanada y Araujo mostró una de sus mejores versiones. Por parte del Tenerife, Luis Milla trató de organizar un centro del campo algo alborotado.
Tras el paso por vestuarios, sobre el 56' de juego, jugada clave con esa segunda amarilla justa para Timor por un pisotón involuntario sobre Undabarrena. El partido cambió para Las Palmas, aunque lo hizo para mejor en breves instantes.
El gol del novato
Las Palmas se adelantó en el marcador en una jugada aislada. Araujo armó un potente y colocado disparo que sirvió para que Cedrés empujara a placer el rechace inevitable de Dani Hernández. Qué mejor manera para el chaval de estrenarse en el derbi canario.
Pero Oltra realizó un inteligente movimiento para cambiar el duelo, aunque nadie se esperaba las dos tremendas acciones que protagonizaría Carlos Ruiz, sustituto de Mauro dos Santos, que se marchó antes de ver la segunda amarilla.
En un saque de esquina, Luis Milla asistió para que Carlos Ruiz cabeceara picado al palo contrario. Despiste defensivo grancanario. Malbasic tuvo el segundo a continuación, pero Josep Martínez estuvo impecable.
Y, a los diez minutos del empate, en el 87', llegó la locura a las gradas del Heliodoro. De nuevo, debilidad en la zaga de Las Palmas, Carlos Ruiz llegó a línea de fondo y Naranjo no desaprovechó su centro. Otra remontada del Tenerife, como siempre, 'made in' Heliodoro.