Siempre es duro remar a contracorriente, pero se convierte en tarea más que ardua cuando el rival anota en momentos psicológicos. El partido comenzó de manera nefasta para Junior, que en 11 minutos ya se encontraba dos goles por debajo.
Orozco, en el minuto 2, y Quiñones, nueve más tarde y gracias a una gran jugada de estrategia, pusieron al líder por delante muy temprano. Para colmo, Marco Pérez firmó el tercero habiendo llegado a la media hora. Quedaban 60 minutos por delante, pero guerrear con el líder con una desventaja de tres goles parecía realmente imposible.
Todo cambió en el descanso. Del vestuario local salió un equipo totalmente distinto, un Junior decidido a buscar el gol. Se hicieron con el dominio absoluto y prepararon un monólogo. Tolima cedió la pelota para defender el resultado. Apuesta que no parecía demasiada arriesgada... hasta que llegó la tromba de Barranquilla.
Barrera, a falta de media hora del final, señaló el camino de la remontada a pase de Luis Díaz. El tanto empezó a preocupar a un Tolima que veía como su rival no paraba de crecer y buscaba el área con todo el acierto que le faltó en la primera mitad.
El primer gol abrió la Caja de Pandora y todos los males comenzaron a llegarle a Tolima en forma de goles. Teo Gutiérrez, que entró al campo tras el descanso, fue el gran protagonista marcando en el 67' el 2-3 y en el 83' el cuarto y último de su equipo. Entre el doblete del colombiano fue Piedrahita quien forzó el empate.
Fueron tres puntos, pero saben, como mínimo, a seis para Junior. El equipo de Barranquilla logró darle la vuelta a un marcador casi imposible de voltear, y lo hizo ante un líder al que volvió loco. Tolima, sobrepasado, llegó a ver seis cartulinas amarillas.