El fútbol femenino ha dado grandes pasos de gigante en pos de intentar igualarse a los niveles macroeconómicos en los que se desenvuelve el deporte rey en la categoría masculina.
Aun así, no se ha llegado ni a una mínima parte. Es por esto que muchas jugadores deben compaginar jugar profesionalmente con el estudio para cuando su carrera futbolística llegue a su fin.
Según recopiló 'AS', la mayoría de jugadoras que se encuentran representando a España en el Mundial de Francia hacen malabares para poder llevarlo todo al día.
Hay futbolistas como Irene Paredes, Lucía o Sandra Paños que estudiaban en el coche mientras sus padres las llevaban a entrenar. Hay dos casos que son particularmente llamativos.
Marta Corredera, durante el vuelo que las llevó a Francia, tuvo que hacer un examen a distancia. "Del fútbol no voy a vivir. Tengo claro que mi plan A va a ser la educación", comentó en conversaciones con 'AS'.
Silvia Meseguer tuvo que dejar de ir con la Selección entre 2017 y 2018 para hacer sus prácticas de medicina. Dentro de dos años le toca empezar el MIR. Todo un desafío día tras día.