Hasta en pretemporada hay que dejarlo todo sobre el campo. Las victorias no sirven para nada, pero las sensaciones que se muestran sobre el campo, sí. Esa guerra la ganó, por mucho, un United que no supo trasladar al marcador todo lo que presentó.
Martial fue el gran protagonista de la primera mitad y dejó claros sus planes cuando en el tercer minuto de juego ya se había estrellado contra la madera de la portería de Gazzaniga. El delantero quiere dar el salto definitivo y mostró ganas para ello.
El '11' fue el mejor de un primer acto en el que Pogba solo apareció con un disparo lejano que se marchó desviado. El predestinado Martial abrió la lata aprovechando un gran pase de Pereira en el ecuador de la primera mitad y, con el Tottenham desaparecido, prácticamente no se vio nada más en el primer acto.
La segunda mitad dejó más picante. Solskjaer cambió de once al completo y Pochettino se apuntó también al carrusel de cambios. Lamela y, sobre todo Son Heung-Min y Lucas Moura, hicieron despertar a los 'Spurs', que se adueñaron del choque durante los primeros compases tras el paso por vestuarios.
El marcador volvió a moverse en el 65'. Siempre se dice que la suerte hay que buscarla y Moura la encontró disparando con tres rivales delante de él. El balón rebotó en el talón de Luke Shaw y entró llorando en la meta de un Romero a quien el cambio de trayectoria dejó en la cuneta.
Pero el United se levantó tras el golpe y puso justicia en el luminoso. Lo hizo gracias a la promesa de la cantera Angel Gomes, que fue de los mejores de la segunda mitad y, aprovechando una pared con Mata, definió exquisitamente hacia el palo largo. Rashford pudo aumentar la ventaja poco después, pero su gol fue anulado por fuera de juego, dejando el 1-2 como resultado definitivo y justo.