El Real Club Celta de Vigo de Unzué aguantó con los tres puntos en el bolsillo después de un partido muy trabajado hasta los últimos minutos de la cita en Balaídos. El estreno con victoria no podrá ser porque la Real Sociedad no se apartó del resultado hasta que consiguió sacar petróleo.
Iago Aspas y Maxi Gómez, con Sisto en la banda, fueron los más peligrosos del Celta. El delantero español firmó dos disparos peligrosos en los primeros minutos de partido, pero no encontró portería. Canales quiso contestar con un buen lanzamiento de falta directa y con una rosca endiablada que estuvo a punto de sorprender a Sergio Álvarez. El péndulo cogió velocidad en un partido que fue trepidante de principio a fin.
Maxi Gómez, en su primer partido con el Celta, abrió la lata después de que Wass prolongara un centro de Sisto. Con la espuela, el delantero ya se metió a la afición del equipo celeste en el bolsillo. Un error de Sergio provocó el empate de la Real Sociedad. Un pase desafortunado, queriendo salir con el balón jugado, acabó en el golpeo de Oyarzabal. Golazo desde 30 metros.
Una segunda parte con remontada
El Celta volvió a adelantarse en el marcador gracias a Maxi Gómez. Vaya debut del airete en el equipo vigués. Gómez estaba en el segundo palo cuando le llegó de nuevo un balón prolongado y armó la pierna para dejar una volea imposible para Rulli. Minutos después, Iago Aspas tuvo la sentencia tras un pase largo de Sergio, pero el delantero español acabó desaprovechando la oportunidad.
Entró Juanmi y la Real se revolucionó. El jugador del equipo de Anoeta fue la pesadilla del Celta, aunque Illarramendi ya amenazó con otro misil desde larga distancia. Fue el propio Juanmi el que aprovechó un pase mágico de Willian José, que dejó a su compañero solo en el área pequeña y picó el balón con mimo y sutileza.
A falta de unos tres minutos para el final, Carlos Vela cayó en el área y Mateu pitó un penalti dudoso. Willian José adquirió la responsabilidad de darle los tres puntos al equipo de Eusebio. Disparo fuerte y ajustado a la izquieda para firmar una victoria Real en Balaídos. Ambos lo dejaron todo sobre el verde.