Valverde desbloqueó un nuevo hito en su videojuego particular como técnico del Barcelona y demostró a sus admiradores y detractores que también sabe tomar decisiones desde el banquillo.
El técnico azulgrana reaccionó al pésimo inicio de los suyos en el Coliseum y fue uno de los grandes artífices de la remontada del Barça ante el Getafe. El ex del Athletic supo mover las piezas adecuadas y fueron los dos jugadores que entraron desde el banquillo los que solucionaron la papeleta a los azulgranas en Getafe.
Grande también Bordalás.
El partido también fue la presentación en sociedad de Bordalás. En su primera oportunidad en Primera, el técnico del Getafe, uno de los especialistas en las últimas temporadas en Segunda, demostró que sabe cómo se ha de plantear un partido ante un grande en la máxima categoría.
El Getafe desactivó al Barcelona con sus armas y los azulgranas tampoco se encontraron en el primer acto. Espesos arriba y con un Luis Suárez en una forma preocupante, el Getafe tuvo las mejores ocasiones en los primeros 45 minutos.
No se adelantaron antes, en una acción de Jorge Molina en la que Piqué casi se hace un autogol, de puro milagro y martillearon la zona de creación azulgrana para salir al contragolpe con acierto. El tanto terminó llegando en una volea mágica de Shibasaki, ese japonés especialista en crecerse ante los grandes -ya brilló en el Mundial de Clubes ante el Madrid- que fue el autor del primer tanto encajado por los 'culés' en la presente Liga.
Era cuestión de tiempo, pues el Barcelona sólo pisó el área de Guaita en el descuento, con un lanzamiento de falta de Messi que sacó de manera milagrosa el portero azulón en las postrimerías de la primera mitad.
Reacción desde el banquillo.
La segunda parte comenzó con la sorprendente entrada de Denis Suárez por Iniesta. Sin problemas físicos -los que sí tuvo Dembélé en la primera mitad-, el manchego dejó su sitio a Denis Suárez y el gallego repartió dividendos para Valverde con el tanto del empate. Buena jugada por banda de Sergi Roberto y pase atrás para que el internacional Sub 21 azulgrana la pusiera en la escuadra.
Quedaba tiempo para la remontada, pero el Barcelona lo dejó para el final. El tanto de la redención definitiva lo hizo Paulinho, otra de las apuestas de Valverde, en la recta final del choque. Y no fue porque antes el Getafe se rindiera, pues los azulones incluso dispusieron de un remate al palo cuando el encuentro encaraba sus últimos 10 minutos. Pero el Barcelona estaba dispuesto a llevarse los tres puntos y el partido no se les iba a escapar.
Fue ahí, en la hora de los más valientes, cuando Paulinho comenzó a rentabilizar su fichaje. El brasileño recibió de Messi, se metió en el área y soltó un latigazo imposible para Guaita. 1-2 y tres puntos sufridos para un Barcelona que hace un año no era capaz de solventar partidos como el de hoy.
Algo habrá cambiado entonces para un Barcelona que todos dicen que es el mismo de hace un año, pero que ya sabe remontar.