Allí, según relata en su biografía, creyó que un asiático estaba haciendo trampas y se lo recriminó usando unos modos poco apropiados: "Había 2.000 libras en el bote y un chico japonés dio una vuelta alrededor de la mesa y se paró para decirle algo a uno de los jugadores de la mesa. Le pregunté que por qué miraba mis cartas y lo negó. Pero me dí cuenta, tiré mis cartas y le acusé de hacer trampas".
Tras acusarle, le pidió al croupier que se fuera el chico, pero al no lograrlo le gritó: "Lárgate japo". Y se lo repitió en varias ocasiones. El hombre se fue y volvió para disculparse más tarde. Lo único que no sabía, según asegura el propio Vardy en su autobiografía, es que la palabra 'japo' es despectiva y hace alusión a la Segunda Guerra Mundial.
"Cuando supe el significado me sentí muy avergonzado. Nunca he sido una persona racista. Cuando mi hijos escriban mi nombre en Youtube aparecerá 'Vardy racista' y eso es una mancha permanente en mi nombre, peor que mis antecedentes penales. Puedo ser un grano en el culo. Me gusta beber, he tenido algunas peleas y he pasado algunas noches en una celda, pero lo que nunca soy ni seré es racista", concluyó.