En cuanto Clattenburg indicó el principio del partido, el Leicester ya tenía en mente que ganar era la única opción posible. Salió con garra y fuerza, pero también, con imprecisión, algo que viene siendo habitual para ellos esta temporada.
El inicio fue intenso. Dejó momentos con bastante tensión, razón por la que tanto Drinkwater como Yacob fueron amonestados antes de los 25 minutos de juego.
Pero, entre tanto revuelo y en un partido de ida y vuelta, Vardy aprovechó, justo antes del descanso, una gran asistencia de Okazaki para dibujar el 0-1. Un resultado que no se movería durante los 45 minutos restantes.
El WBA apretó en al segunda mitad y acribió mediante disparos a los de Shakespeare (16 tiros, sólo cuatro a puerta), pero la efectividad le sirvió a los 'foxes' que sólo lanzaron una vez entre los tres palos y fue suficiente para conseguir unos tres puntos de oro que casi les aseguran seguir el próximo año en la Premier League.