El resultado es engañoso. Un 4-2 puede permitirnos pensar que fue un encuentro igualado, pero no fue así. El Manchester City ha monopolizado la posesión del balón, pero ha sido incapaz de lograr el triunfo.
Porque enfrente estaba el Leicester, pero no el Leicester de esta temporada, eran los 'foxes' que ganaron la pasada Premier League.
En cinco minutos ya iba 2-0 el partido. Vardy inauguró el marcador y King duplicó la distancia. Los errores del City no terminaron ahí, y el ariete de los 'foxes' anotó su segundo tanto de la tarde a los 20 minutos.
Con 3-0 el Leicester se replegó, y el City comenzó a jugar. Ese fútbol de toque y toque que busca abrir huecos a base de pases, pero que cada vez tiene menos éxito.
Y este partido lo demostró. El City fue incapaz de batir a Zieler hasta la recta final del partido, cuando Vardy había marcado ya el cuarto del Leicester.
Fue con la entrada de Sterling y Nolito cuando el City comenzó a inquietar en serio la meta rival. Y, sin embargo, el primer gol 'citizen' llegó a balón parado.
Kolarov ejecutó de forma magistral una falta en el borde del área. El City había despertado, pero no había tiempo para mucho más.
Nolito, en el descuento, maquilló el resultado, pero fue eso, maquillaje. El Manchester City quedó en evidencia en la resurrección del campeón de la Premier League.