El Rapid, rival del Villarreal en la Liga Europa, llevaba un empate y dos derrotas en sus últimos partidos. Fuera de los seis primeros puestos de la tabla, aprovechó la fragilidad de su rival en el tramo final para rearmar su autoestima.
Fue Berisha, que diez minutos antes sustituyó al rumano Andrej Ivan, el que dio los tres puntos al cuadro vienés, todavía octavo en la tabla.