Cuando sobre el césped se celebraba la victoria en la Copa del Golfo, en las gradas del Jaber Al-Ahmad de Kuwait se mascaba la tragedia. Los aficionados de Oman, incapaces de contener la emoción tras el triunfo, se dejaron llevar por la euforia.
Se agolparon en torno a una valla de cristal en uno de los fondos del estadio, y ésta terminó por ceder. Sin nada que los sujetase, los aficionados se precipitaron desde más de dos metros al vacío.
No hubo que lamentar fallecidos, ni siquiera heridos de gravedad, pero el suceso empañó la que supuso la segunda victoria de Omán en este torneo, y la primera desde 2009.
5 de enero de 2018