"Veni, vidi, vici" fue una frase que pronunció Julio César ante el Senado de Roma después de conseguir la victoria en la Batalla de Zela que quedó por siempre en los anales de la historia.
Esas mismas palabras sirvieron para hacer referencia a todas sus conquistas ("Vine, vi, vencí") al igual que podríamos hacerlo con Lionel Messi, el emperador del planeta fútbol.
El 'crack' rosarino es un jugador diferente al resto y siempre deja huella en un campo de fútbol. Últimamente se le ha visto con confianza tras sus últimas exhibiciones con el Barça, pero estaba la 'espinita' de Argentina.
Y es que tras 'rajar' de los árbitros y de la CONMEBOL en la pasada Copa América, el organismo lo castigó tres meses y el '10' se perdió varios compromisos amistosos con su Selección, pero ya está de vuelta.
Arabia Saudí recibió al mejor Messi, que fue el encargado de poner la firma a la victoria de la 'Albiceleste'. Falló el penalti, pero el rechace de Alisson lo aprovechó para mandar el esférico al fondo de la red y firmar su tanto número 69 con su país.
El futbolista del Barça tenía clara que la consigna era marcar, ser decisivo y ganar, y cumplió las tres cosas. Leo cuajó un partido impecable y encima se llevó más de una tarascada de los rivales.
Militao lo hizo rodar por el suelo en más de una ocasión y por si fuera poco también se picó con un Tite al que mandó callar al pedir una amarilla para el '10'. Messi volvió, vio y venció.